A lo largo de avenida de Mayo se podía ver la máxima expresión de la concertación plural, banderas de todos los colores y tintes políticos esperaban ansiosos el paso del auto presidencial.
Escoltados por los granaderos y sus caballos, desfilaron desde congreso hasta la Histórica Plaza de Mayo, saludando a todas las organizaciones y gente auto convocada para presenciar tal evento.
Nestor a la derecha, Cristina a la izquierda: ambos saludando a su pueblo, ese pueblo que con ellos recuperó la confianza en la política.
Muchos jóvenes, quienes venimos siendo el motor de este gobierno, expresábamos la felicidad por el mandato que terminaba y el que venia a profundizar estos cambios que logró el primero.
Bombos, bengalas, trompetas, banderas multicolores pero sobre todo celestes y blancas, cánticos; eran la forma de manifestarse de los presentes.
EL FESTIVAL DE LA DEMOCRACIA
En la Plaza estaba el pueblo, en ese lugar se celebró una fiesta. Alrededor de 200 mil personas felices, y afirmo esto por que al pueblo se le nota la alegría en la cara y en la mística que trae aparejada tal felicidad. Todos y todas sabían donde estaban y a que iban y orgullosos de esto bailaban al ritmo de la democracia, de una democracia que si tiene ritmo.
Mientras Cristina juraba dentro de la Casa Rosada y exclamaba que “mientras haya un pobre en la patria no habrá victoria definitiva”, el pueblo bailaba escuchando a los artistas que habían ido a apoyar el triunfo de las clases populares: Los Nocheros, Alejandro Lerner, entre otros que mandaban videos con adhesiones como Soledad, Diego Torres, Charly García, Teresa Parodi, León Gieco y demás.
El final inesperado vino después, cuando la Negra Sosa cantó junto a Pablo Romero (de Arbol), Gustavo Santaolalla, Bahiano, Alejandro Lerner, Patricia Sosa y la presidenta entonaron el "Himno de mi corazón", el tema de los Abuelos de la Nada que la cantante tucumana enganchó para finalizar con el estribillo de "Dale alegría a mi corazón", de Fito Páez.
Papelitos celestes y blancos inundaban la plaza, pero esto todavía no terminaba. La música tropical tuvo su lugar en esta festividad, al compás de “La Nueva Luna”.
Después y acercándonos al final pudimos escuchar a kapanga y el cierre triunfal con fuegos artificiales brillando en el cielo e iluminado nuestros rostros emocionados de ser participes de este proyecto Nacional en la segunda etapa emancipadora de América Latina, donde nuestros sueños son posibles.
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